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Mostrando entradas de diciembre, 2011

Las quejas.

En estos tiempos que estamos en los que hay dificultades para muchas cosas, escucho constantemente a gente quejándose, gente que dice que hay mucho paro, gente que dice que hay poco dinero, pero no oigo a nadie que plantee una solución real. Es normal que nos quejemos de las cosas que nos afectan y nos hacen estar mal, pero por mucho que nos quejemos las cosas no se arreglan si no hacemos algo por arreglarlas. Escucho a la gente quejarse de que tiene poco dinero, pero no por ello les veo gastar menos. Veo a gente quejarse de que tiene que trabajar más, pero no por ello dejan su hora del tabaco o del café. Es muy fácil quejarnos, pero muy difícil que nos impliquemos en la solución.  Siempre esperamos a que las cosas se nos resuelvan solas, en una lástima que a veces pensemos así, por que la solución a todos nuestros males radica en nosotros mismos. Solo empezando por nosotros mismos podemos arreglar esas situaciones que producen nuestras quejas. Y es que a veces no vemos más allá

Siempre medio lleno

La vida es algo extraño, un día te puede llenar de momentos agradables y al día siguiente dejarte uno de los momentos más amargos de nuestra historia personal. Pero en realidad algunos momentos amargos los decidimos nosotros, seguramente penséis que no tiene sentido lo que digo. La realidad es que en la misma situación las personas reaccionamos de manera diferente, lo que para algunos es un vaso medio vació, para otros es un vaso medio lleno, pero no es solo eso, si no que para lo que algunos es una barrera insalvable para otros tan solo es un reto más. Ese es el verdadero espíritu que debemos tener. Un espíritu que sea capaz de poner a prueba nuestro cerebro y nuestras capacidades hasta limites insospechados por nosotros. Debemos mirar el vaso y verlo siempre medio lleno, cada golpe que nos da la vida es un reto que nos lanza, seguramente hay golpes muy duros, pero quedarnos tumbados no es la solución. La verdadera solución a esos golpes es levantarnos con firmeza y seguir ca

Nadie es más que nadie

Hoy me desperté y se me vino a la cabeza una frase que escuche cuando todavía era un niño. Y es que un día estando en un parque un hombre algo desaliñado y con aspecto de haber ingerido algo de vino se nos acercó y nos dijo "Nadie es más que nadie, ni menos". En aquel momento no pensé en la frase que dijo aquel individuo, pero ahora debo reconocer que tenía mucha razón. Y es que nos pasamos la vida viendo como unos miran a otros por encima del hombro por varias razones, bien sea por las cifras de su cuenta bancaria o bien sea por la raza, sexo o religión. Y es que a veces tenemos la absurda idea de que por ser diferentes en algún detalle somos mejores o peores. Y la verdad, por mucho dinero que se tenga no se es más rico, ni por ser de una forma u otra vas a ser más bello o más inteligente. Por que la verdadera riqueza no está en el dinero, si no en tener con quien compartir lo que tengas. Tampoco se es más guapo ni listo por la apariencia, pues la belleza está en los ojos

Nuestro lugar en el mundo

¿Alguna vez habéis pensado cual es vuestro lugar en el mundo? o  ¿Qué es lo que aportáis a otras personas?  A veces somos demasiado egoístas y no vemos más allá de nosotros mismos, esta forma de ver la vida actualmente y desgraciadamente está muy extendida. La gente solo quiere pensar en ellos y que se arreglen sus problemas. No es precisamente la mejor forma de actuar, pero hay gente que simplemente se pregunta ¿qué gano yo haciendo eso por otros? La verdad es que muchas veces no recibiréis una compensación monetaria como algunos pretenden. Pero recibiréis cosas que quizás no llenen el bolsillo, pero si conseguiréis esa satisfacción de poder ayudar a alguien. Esa sensación que llena el espíritu, esa alegría que da ver como alguien sonríe gracias a tu ayuda o ver como alguien que veía todo perdido recupera la fe. La verdad es que quizás no existe un único lugar en el mundo para cada uno. Desde mi experiencia, tengo la opinión de que el lugar de uno en el mundo está donde se le nece

Los recuerdos

Hoy estaba charlando con una persona especial, y pensé que ojala ese momento nunca se acabase. Y es que a veces hay momentos tan alegres en nuestras vidas que no queremos que pasen jamas. Seguro que sabéis de que hablo. Esos momentos tan especiales que sabes que solo pasaran una vez y no quieres que termine jamas. Pero la verdad es que todos esos momentos especiales nunca terminan. Puede que nuestras vidas sigan corriendo y jamas podamos pararlas, pero si que hemos parado ese momento. Desde que pensamos en que no queremos que nunca pase, congelamos el tiempo en nuestra memoria. Esa situación especial que tan bien nos hace sentir nunca jamás acaba. Es la magia de los recuerdos. A veces pienso que es increíble como una persona puede recordar todo aquello que ha sido especial en su vida. Y es que los recuerdos son mágicos. Nos pueden transportar al mismo lugar muchas veces y hacernos vivir la misma sensación una y otra vez. Es algo increíble poder pasar un rato recordando y viendo com

Las lecciones de la vida

Cada día la vida nos enseña algo nuevo, supongo que esa es su forma de decirnos que a pesar de lo mucho que sepamos siempre podremos saber más. Y es que a veces es asombroso todo lo que se puede escapar ante nuestros ojos. La vida es la mejor profesora que existe, siempre está dispuesta a enseñar y por mucho que no aprendamos, es capaz de seguir intentándolo hasta que comprendamos lo que nos quiere decir. Pocas veces nos paramos a pensar que podemos aprender de una situación, a veces creemos que no se puede aprender nada, que ese suceso ha pasado por que tenía que pasar y punto. Pues yo creo que siempre podemos aprender algo, incluso de la cosa más tonta. Algo como puede ser que un bolígrafo se gaste, eso nos puede enseñar a ser precavidos y tener algún otro de repuesto. Parecen hechos que pasan sin más, pero a veces aunque sepamos algo la vida nos da un toque de atención y nos lo recuerda. Nadie sabe mejor que ella que aquello que no se usa queda en el olvido y es por eso que cada

Las huellas de los demás

Nunca he podido evitar pensar en que hubiera pasado en mi vida si no hubiera tomado la decisión que tome, a veces recuerdo momentos del pasado y me hacen pensar, pero al final siempre llegó a la misma conclusión. Y es que si en algún momento me equivoqué mereció la pena. Esos errores del pasado y esos aciertos, han ido formándome como persona, pero no solo las decisiones del pasado ayudan a convertirse en la persona que uno es cuando pasa el tiempo. Supongo que en mi vida esas decisiones no han sido tan importantes como las personas. Y es que hay momentos que no se pueden olvidar, pero también hay personas que no se pueden olvidar. Personas que han ayudado de una u otra forma a que se forme nuestro carácter. Existen personas importantes en la vida, pero también existen esas personas a las que jamás olvidaremos. Son personas que de alguna manera han aportado su granito de arena en nuestro camino, convirtiéndonos en la persona que somos actualmente. Y es que no solo lo que hacemos

El valor de lo que tenemos

A veces no le damos valor a las cosas que ya tenemos, y es que pase lo que pase siempre queremos más, sin pensar en lo que tenemos. Ahora el indice de estudiantes universitarios es mucho mayor que el de hace 20 o 30 años, pero no por eso debemos de dejar de pensar que somos afortunados por tener dicha oportunidad. Estoy seguro de que sabéis a lo que me refiero, esos días de clases interminables y aburridos en los que uno desconecta. Esas tardes cuando en lugar de estudiar para aprovechar la oportunidad, nos las pasamos tirados en la cama o pasando el rato por Internet. Claro que todos lo hemos hecho, lo hacemos por que lo vemos tan corriente, que a veces las cosas que de verdad deberían hacernos sentir afortunados pierden su valor. El simple hecho de poder comer cada día, de poder estudiar, de poder tomarte una cerveza con los amigos, esas cosas deberían hacernos ver la suerte que tenemos. En estos momentos de crisis, la gente no se siente afortunada por tener un trabajo con el que

El Miedo.

¿Cuántas veces habéis tenido miedo de hacer o decir algo por el temor a fracasar o a lo que puedan pensar los demás? Yo muchísimas, y la verdad que lo sigo teniendo. La simple idea de cometer un error o un fallo que pueda perjudicar a alguien me da pánico. Es por eso que a veces por esa inseguridad cometo errores, posiblemente algunos más graves que lo que hubiera generado el error al que temía. Y es que en nuestra vida el miedo nos persigue, nadie es tan valiente como para no asustarse por nada. A lo largo de esta vida he ido descubriendo que no es más valiente quien menos miedos tiene, si no aquel que es capaz de enfrentarse con ellos. Y es que esas inquietudes se pueden convertir en una carga, evitando que alcancemos metas o simplemente propiciando que nos equivoquemos. Se que es difícil afrontar ciertas situaciones con calma. Pero a veces afrontar esas inquietudes no es cosa fácil, las dudas se apoderan de nosotros y dejamos de caminar con paso firme. Ya se que es complicado, p

La verdadera amistad

Hoy os quiero hablar de la amistad, eso de lo que todo el mundo hable pero que algunos confunden. Y es que mucha gente piensa que amigos son aquellas personas con las que vas de fiesta o sueles quedar. Yo creo que el concepto de amistad no es tan superficial.  Que me hace pensar esto, sinceramente las experiencias que he tenido a lo largo de mi vida.  Y es que es verdad que podemos tener muchos conocidos y gente que este con nosotros en los momentos fáciles, pero ser amigo va más allá de eso. El amigo nunca os negará nada y siempre os ayudara en lo que pueda hasta el final. Inclusive aunque desconozca la situación o el remedio a nuestro problema estará allí. No con esto os quiero abrir los ojos, y haceros ver que el amigo no entiende de distancias, tampoco entiende de tiempo. Por que en realidad puedes no ver a una persona durante mucho tiempo y que te demuestre que nada ha cambiado, que está para ayudarte. Esa es la verdadera amistad. Cuando una persona te trata como de su familia

Nunca os rindaís

En nuestra vida siempre nos encontramos con obstáculos, algunas veces fácilmente eludibles y en otras ocasiones tan difíciles de salvar que nos hacen tirar la toalla. Todos nos hemos encontrado en esa situación en la cual lo más fácil es rendirse y buscar otra cosa más fácil de hacer.  A veces rendirse es la opción más sencilla, pero la pregunta es ¿es la opción correcta? Mucha gente piensa que si, pero en realidad desde mi punto de vista rendirse no es más que rechazar una oportunidad de demostrarse uno mismo que por muy grande que sean los obstáculos siempre se pueden vencer. Cada vez que  tiramos la toalla, algún objetivo que nos hemos marcado queda sin cumplir. Quizás es muy fácil pensar en que el objetivo era demasiado ambicioso y era casi imposible alcanzarlo. Pero la realidad es que lo imposible no existe. Un día estando en clase un profesor nos puso un ejemplo, decía "imaginaros que os pido que intentéis adivinar un numero que pienso yo entre el 1 y el 999.999, ¿acaso e

El destino y la unión del pasado, presente y futuro.

Hoy al despertar, recordé un vídeo muy interesante que vi del difunto Steve Jobs hablando en una graduación universitaria. Hablaba de como se conectaban los puntos a o largo de nuestra vida. Eso me ha hecho reflexionar un rato y decidir que de eso hablaría hoy en el blog. Y es que es cierto, aunque a nosotros no nos lo parezca, nuestro presente y nuestro pasado influyen en nuestro porvenir, quizás no de forma inmediata, pero si de forma importante. Todavía hoy cuando me preguntan por que me gusta la informática no se exactamente que responder, pero si se que está muy presente en mi pasado. Y es que cuando era un niño de tan solo 5 o 6 años, me fascinó como en el ordenador de mi tío aparecían unos animales montados en un coche con los que podía interactuar a través de unos botones. Nunca dejé de preguntarme como sería eso posible.  Pero quizás ese momento no fuera tan decisivo, pero inicio mi gusto por estas maquinas y todo lo que les rodea. Recuerdo que a la edad de 11 años me regal

Los sueños y la ilusión

Anoche fui al cine, y al acabar la noche no puede evitar pensar en que aunque la película era algo infantil por ser de dibujos, me había gustado. Todo eso me hizo reflexionar, y llegue a la conclusión de que nunca se es demasiado mayor para tener ilusión y sueños como cuando eres un niño. Y es que en el fondo nunca crecemos lo suficiente como para dejar atrás los sueños y la ilusión, por que por mucho que crezcamos, los sueños y las ilusiones siempre estarán presentes en nuestra vida. Quizás esos sueños ya no son los que teníamos cuando eramos pequeños, pero los sueños y la ilusión siguen estando presentes en nuestras vidas. A menudo dejamos esos sueños de lado alegando que los sueños, sueños son, pero yo me pregunto ¿ por qué hay que apartar los sueños? A veces debemos ser valientes y perseguir nuestros sueños, marcar como objetivos llegar a conseguir eso con lo que hemos soñado y anhelamos alcanzar. Quizás es verdad que no es fácil llegar a lograr los sueños, seguramente otros te d

El valor del trabajo

Hoy me he despertado un poco más tarde de lo habitual, me ha sentado fenomenal y me he puesto a continuar con mis proyectos universitarios. Todo esto me ha hecho acordarme de cuando dejaba todo para el ultimo momento y siempre andaba pillado. Gracias a eso me he dado cuenta del valor que tiene el trabajo diario y el sacrificio que hay que hacer para completar algunos retos. Como muchos otros estudiantes yo dejaba todo para época de exámenes, me pasaba el día haciendo otras cosas, luego cuando era tiempo de exámenes me encerraba en la biblioteca y estudiaba todo lo que podía. Hasta el segundo año de universidad, ese año cuando llegó la época de exámenes me puse a estudiar, pero algo falló y el resultado fue estrepitoso. Entonces decidí que era hora de cambiar algo, era hora de trabajar y empezar hacer las cosas de forma distinta. Entonces empece un año de trabajo diario, y empece a darme cuenta, el trabajo diario y el sacrificio reportan beneficios. Desde ese momento todo cambió, los

Aprovechar los medios disponibles.

Esto hace mucho tiempo que llevo pensándolo, quizás algunos que lo han oído tengan razón y sea una tontería o una locura, pero realmente creo que debe ser escuchado. Yo siempre he pensado que algunas personas tienen más suerte que otras, y la verdad creo que todo el mundo piensa igual. ¿Pero se puede aplicar este criterio a los estudios universitarios? Pues yo sinceramente creo que si, mientras algunas personas con ideas tienen dificultades para sacarlas adelante por falta de medios o de materiales, gente como yo desaprovecha los recursos y las posibilidades que se le otorgan. Os pondré un ejemplo, ¿que arquitecto puede construir una casa o un edificio que sea bueno si no dispone de los materiales y de las tierras? La respuesta es ninguno. Por el contrario, ¿cuantos informáticos han empezado de la nada, tan solo con su ordenador personal y una idea? La respuesta la podemos ver reflejada por ejemplo en Google. Lamentablemente, cada día puedes ver a personas que tienen los medios adecu