Las pequeñas alegrías comunes.
La vida está llena de alegrías y tristezas, de momentos en los que salimos vencedores y momentos en los que somos los vencidos. Es algo natural, en esta vida loca todo es posible. Que nunca nadie os diga que no merece la pena luchar, porque aunque no lleguéis a vuestro objetivo final siempre habrá algo bueno en la lucha por llegar. Y es que muchas veces, lo mejor de intentar llegar a un objetivo es realizar el camino con aquellos en los que de verdad confías y con los que tienes una confianza especial. Esas personas que buscan lo mismo que tu y están dispuestos a tenderte la mano si has errado para juntos poder volver a luchar. Aquellas personas que a pesar de que su labor es otra diferente, te aconsejan para ayudarte a que las caídas no sean tan difíciles. Pero, ¿qué pasa cuando no se llega realmente a la meta deseada? Absolutamente nada, cuando la meta no llega siempre puedes acercarte a quienes han luchado a tu lado, darles las gracias y buscar otro objetivo común. Lo importante