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Mostrando entradas de febrero, 2013

Nuestra propia zancadilla.

Es extraño como a veces nosotros mismos nos ponemos la zancadilla. No se si a vosotros os ha pasado alguna vez, pero a mí me pasa a menudo. La razón cierto miedo o falta de valoración de nuestras cualidades. La verdad es que es extraño como normalmente cuando sabemos que nos jugamos algo que deseamos, solemos perder confianza en nosotros mismos y pensar que no saldrá bien. O como cuando otros nos superan empezamos quizás a pensar en nuestra mediocridad para esa tarea. Pero la realidad es bien distinta, a veces desde fuera pueden ver cosas que nosotros no podemos ver. La opinión de otras personas pueden ayudar a demostrar que realmente no todo es como pensamos e incluso pueden llegar a darnos un pequeño empujón para levantar nuestra autoconfianza. A veces la opinión que tenemos de nosotros mismos es bastante dura porque creemos que no podemos dar más. Pero a veces hay que mirar alrededor y averiguar como nos ven los demás, algunas veces lo que pensamos es más negativo. En esos mom

El fracaso

Fracaso: resultado adverso de una empresa o negocio. Esa es la definición que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española da a dicha palabra. Pero lo que la realmente no nos puede decir es lo que debemos ver en el fracaso. Algunos ven algo que se va, algo que no consiguieron y que les marcará toda la vida. Sienten que al no haber conseguido lo que esperaban todo empezará a decaer, y nada de lo que emprendan llegará a buen puerto. Esa es una sensación que seguro que más de uno conoce, puesto que es lo primero que suele venir a nuestras frágiles mentes al conocer un fracaso. Pero hay otra forma de verlo, y esa forma es ver una nueva oportunidad. La oportunidad de reunir las pocas fuerzas que tengamos y demostrar que realmente seguimos estando ahí. El momento de hacer comprender a otros que nuestros sueños no son frágiles, y que un fracaso no hace más que reforzarnos para levantarnos y seguir luchando. No es tarea fácil levantarse, y a veces puede costar más de lo que e

La luz entre la oscuridad

A veces es complicado mantener la alegría y la compostura. A lo largo de nuestra vida debemos de pasar muchos momentos oscuros y complicados. Nadie puede librarse de los malos momentos a lo largo de su vida, pues en la vida debemos conocer penas para saber que es la alegría. Pero eso no significa que en los momentos de tristeza debamos dejarnos abatir y ver el vaso medio vacío. En esos momentos de oscuridad debemos buscar el rayo de sol que atraviesa las oscuras nubes de tormenta. Esa luz capaz de atravesar la oscuridad y convertir parte de ella en claridad. Solo buscando esos pequeños rayos de luz y uniéndolos en un solo haz, podremos hacer que la oscuridad se reduzca hasta un tamaño insignificante. Y es en ese momento en el que nos volveremos a sentir bien. La vida nos volverá a sonreír y volveremos a ser positivos. De lo contrario si dejamos que las nubes oscuras permanezcan sobre nosotros, acabaremos llenos de negatividad y fracasaremos en todo aquello que nos propongamos. Si