Nuestra propia zancadilla.

Es extraño como a veces nosotros mismos nos ponemos la zancadilla. No se si a vosotros os ha pasado alguna vez, pero a mí me pasa a menudo. La razón cierto miedo o falta de valoración de nuestras cualidades.

La verdad es que es extraño como normalmente cuando sabemos que nos jugamos algo que deseamos, solemos perder confianza en nosotros mismos y pensar que no saldrá bien. O como cuando otros nos superan empezamos quizás a pensar en nuestra mediocridad para esa tarea.

Pero la realidad es bien distinta, a veces desde fuera pueden ver cosas que nosotros no podemos ver. La opinión de otras personas pueden ayudar a demostrar que realmente no todo es como pensamos e incluso pueden llegar a darnos un pequeño empujón para levantar nuestra autoconfianza.

A veces la opinión que tenemos de nosotros mismos es bastante dura porque creemos que no podemos dar más. Pero a veces hay que mirar alrededor y averiguar como nos ven los demás, algunas veces lo que pensamos es más negativo. En esos momentos dejar que alguien de fuera nos de su valoración puede llegar a lograr acercarnos metas que quizás veíamos imposibles

Comentarios

Entradas populares de este blog

La sonrisa del reflejo.

Elegir el camino